#VozMA _ Francisca Pulido
Francisca Pulido es arquitecta por la Universidad Finis Terrae desde 1996. Trabaja en forma independiente hasta que forma el estudio de arquitectura ASSADI Y PULIDO y hoy ATELIER. Ha sido profesora en la Universidad Finis Terrae, Universidad Andrés Bello, Universidad de Talca, Universidad del Desarrollo y Universidad Mayor en Chile; y en la IUAV de Venecia, Italia.
Ha sido invitada a dar conferencias en Brasil, Perú, México, Puerto Rico, Argentina, Estados Unidos, España e Italia. Su obra ha sido publicada en varios países y revistas como Wallpaper y Architectural Review en Londres, Arquitectura Viva y AV Monografías en Madrid, Architectural Record en NY, GA en Tokio, Domus y Casabella en Italia entre otras y en libros especializados en todo el mundo. Su obra se ha desarrollado en Chile, México, Guatemala, Perú y Estados Unidos, y a la fecha tiene cuatro monografías, una en Chile, una en España, una en Corea del Sur y una en Argentina.
PASADO:
¿Quiénes fueron tus referentes durante la universidad y tus primeros años?
En los años que me tocó pasar por la Universidad, sin duda la manera de informarse era a través de libros, lo que te entregaban los mismos profesores o si tenias la posibilidad de viajar y conocer por curiosidad. No existía la vorágine de información de hoy en día.
Por lo que los referentes fueron escasos, pero de alguna manera, contundentes. Nos enseñaban acerca del movimiento moderno y la Bauhaus, con Le Corbusier, Mies van der Rohe, Frank Lloyd Wright. Por ahí, algo sonaban las Case Study Houses. Conocíamos un poco de Moneo, Sisa, Tadao Ando, Zaha Hadid; sumado a que, si eras muy afortunado, llegaba a tus manos alguna Revista Croquis con Morphosis y Jean Nouvel, Toyo Ito.
Más fuerte empiezan a aparecer nombres durante los primeros años trabajando, junto a la posibilidad de viajar. Pero, seguían siendo solo bases incipientes para después. Hoy podría decir que solo algunos de ellos lograron dejar más huella, principalmente los modernos.
¿Tuviste algún docente que marcó tu trayectoria desde la universidad hasta ahora?
No.
PRESENTE:
¿Cómo defines tu quehacer arquitectónico?
Diverso, sumamente transversal. Por lo mismo, siento que soy muy afortunada.
El estar o haber estado y participado en tantos escenarios distintos, creo que ha sido una gran oportunidad y desafío. Desafío a modo personal, ya que te enfrentas a situaciones no conocidas y oportunidad, porque finalmente ganas experiencias y derribas barreras y prejuicios que a ratos una misma se construye.
El trabajar por encargo es un lujo. Lujo que no todos los arquitectos tienen la oportunidad de experimentar. Es un privilegio enorme. El solo hecho de que te busquen porque les genera interés y más aun confianza la manera de abordar profesionalmente un proyecto, sumado a la estética y funcionamiento, es muy gratificante. Pero te mal acostumbras a moverte menos, ya que los desafíos desde este lugar, son solo resolver y generar una propuesta innovadora.
Otro ámbito de desarrollo es el de los concursos, en donde estamos todos en igualdad de condiciones y debes descubrir la clave no solo para resolver bien un encargo plasmado en un papel, sino también lograr captar el interés con una propuesta certera. Pero, como todos sabemos, muchos para solo un único lugar.
Muy distinto es el de los eventos o gestión más cultural arquitectónica para llevar a cabo actividades con gran convocatoria, como lo es una Bienal o un Congreso. Este lugar te obliga a llegar a múltiples instituciones, tanto públicas como privadas, además de convertirte en una especie de productor, contador, diseñador y anfitrión. Es un malabarismo mágico, que a veces tiene buenos resultados y otras no tanto como esperabas. Te desafía a trabajar con la contingencia y temas de interés más universal.
La academia, es otro lugar, que no solo te obliga a estar vigente, sino que gratifica por ver logros, crecimiento, resultados y agradecimiento de parte de tus alumnos. Si consigues dejar una pequeña huella, la misión está más que cumplida.
Y por último, el colaborar en una asociación gremial, como lo hacer una revista de arquitectura y pertenecer a un directorio, no solo te clarifica el panorama nacional a nivel normativo, modificación a leyes que nos afectan entre otras mil cosas, sino también te abre la posibilidad de conocer el pensamiento de otros profesionales internacionales producto de las entrevistas.
Todo lo anterior, entre varias otras actividades, sin duda son diversas, paralelas y transversales; y te completan y hacer un profesional más holístico. Y creo que ahí hay una clave, el poder mirar y pensar desde múltiples perspectivas frente a cualquier situación.
Sin duda hoy la mujer busca ganarse un espacio, tener más visibilidad y opinión, derribar prejuicios instalados a lo largo de nuestra historia sociocultural. Pero así como la sociedad ha ido mutando y avanzando, esos espacios también se han ido abriendo y permitiendo que se instale en forma responsable y comprometida.
¿Cómo crees que ha cambiado la presencia de la mujer en la arquitectura?
Creo que siempre han existido mujeres en la arquitectura, probablemente menos conocidas, pero de seguro más vanguardistas que hoy.
Sin duda hoy la mujer busca ganarse un espacio, tener más visibilidad y opinión, derribar prejuicios instalados a lo largo de nuestra historia sociocultural. Pero así como la sociedad ha ido mutando y avanzando, esos espacios también se han ido abriendo y permitiendo que se instale en forma responsable y comprometida.
A un arquitecto(a) lo define su capacidad de servicio y disposición frente el cliente, su capacidad de empatizar logrando extraer la información correcta y desprejuiciada. Al decir correcta, supone el hacer las preguntas precisas sobre un diagnóstico rápido.
¿Quiénes serían tus referentes mujeres hoy?
Me encanta la forma de pensar humilde y batalladora de Carme Pinos, al igual que su manera de aproximación a proyecto.
Durante años seguí a Kazuyo Sejima de SANAA, y sigo encontrando sorprendente la manera de sintetizar la forma y esquematizar la función.
Pero creo que hoy en día hay muchísimas arquitectas cuyos procesos son dignos de revisar y estudiar, al igual que el de arquitectos. No me parece que haya que hacer distinciones importantes entre ambos por un tema de género. Y siendo así, un Eduardo Souto de Moura o un Aires Mateus por ejemplo, no terminan de inquietarme y estimular.
Hay tantos y de cada uno se pueden rescatar procesos, totalidad y parcialidad, innovación, visión, etc.
FUTURO:
¿Cuáles son tus próximos desafíos?
Muchísimos! Algunos que se pueden compartir, otros no.
Dentro de los que puedo comentar:
- Consolidarme como arquitecto independiente y lograr llevar a cabo proyectos en la escala que domino, manejo, disfruto y que me gusta.
- Dar continuidad al Congreso de arquitectura ARQUINE en Chile que dirijo hace 4 años gracias a la confianza que Miquel Adriá depositó en mí.
- Probablemente estudiar un Magíster, que me ayude a reforzar mi desempeño en el área académica y ser un aporte a los alumnos que pasen por mis Talleres.
- En la AOA como Directora se me encomendó revisar las proyecciones de la revista de la Asociación. Desde ahí y luego de cumplido el período, quisiera poder consolidar un área editorial, incrementando también las publicaciones especiales.
- Ampliar aun más las áreas en las que me he podido desarrollar y desenvolver, incrementar desafíos. Y así, seguir aprendiendo y por que no decirlo, aunque suene muy ambicioso o pedante, tener la posibilidad de aportar un poquito a que avancemos y reforcemos a nuestro gremio.
Creo que como arquitectas debemos aprovechar las ventajas que tenemos, y esas son la responsabilidad, compromiso y capacidad de visión de lo macro hasta el último detalle práctico y funcional.
¿Cómo crees que impacte la integración femenina en la disciplina?
Como mencioné antes, no veo que haya falta de integración, sino más bien falta de visibilidad.
Creo que como arquitectas debemos aprovechar las ventajas que tenemos, y esas son la responsabilidad, compromiso y capacidad de visión de lo macro hasta el último detalle práctico y funcional.
¿Qué define a un arquitecto(a)?
A un arquitecto(a) lo define su capacidad de servicio y disposición frente el cliente, su capacidad de empatizar logrando extraer la información correcta y desprejuiciada. Al decir correcta, supone el hacer las preguntas precisas sobre un diagnóstico rápido.
También lo define la capacidad resolutiva, que parte por lo funcional, pero que tiene implícito aquello casi mágicamente oculto que permite que una obra sea completa. Y con esto me refiero a ese campo prácticamente indefinible que hace que una obra conmueva.
Entendiendo que existen diversos tipos de arquitectos, con distintos intereses, distintos talentos y que se desarrollan en distintas áreas, como por ejemplo: patrimonio, servicio público, formando equipo en oficinas bajo el alero de otros, gestores inmobiliarios, tasadores, editoriales, directores de escuelas, etc; y como aprendí del arquitecto Horacio Borgheresi con quien tuve la oportunidad de hacer clases hace ya muchos años, debemos formara nuestros alumnos para que dentro de cada campo sean un aporte, sean los mejores. Por lo mismo, ya no solo podemos formar al arquitecto estrella, al creativo desde el diseño arquitectónico, sino a un ser más holístico, que sepa de todo y que encuentre su área de interés, y que dentro de ella, sea el mejor.
Así también lo define su capacidad de trabajar en equipo, de coordinar y liderar grupos multidisciplinares, ya que sabemos que en esta carrera ya no trabajamos solos. Generalmente debemos buscar en otros profesionales la colaboren para lograr proyectos más complejos y a la vez, más certeros. Hoy en día sumamos temas de diseño específico, consideraciones de sostenibilidad y eficiencia pasiva, desarrollo de materiales que requieren de algún tipo de ingeniería, e incluso solicitar colaboración de grupos académicos que aporten estudios en los que basemos la futura propuesta.
Lo anterior, al mismo tiempo, obliga a que tengamos no solo una visión más ampliada con conocimiento, sino también más humilde para entender que no somos capaces de resolverlo todo con nuestro bagaje.
Y por último, como alguna vez escribí, debemos ser magníficos malabaristas, ya que comúnmente estamos lidiando con varios frentes simultáneamente, maniobra en la que no puedes permitir olvidar ninguno de los elementos.