Arquitecta Universidad Católica con Magíster en Desarrollo Urbano, y Doctora en Arquitectura y Estudios Urbanos de la misma casa de estudios. Socia de Montealegre Beach Arquitectos, en donde ha realizado proyectos de espacio público como el Parque Metropolitano de Cerrillos, el Plan de Recuperación del Centro Histórico de Punta Arenas y el Plan Maestro Parque de los Deportes Estadio Nacional. Desde 2006 se desempeña como Profesor Instructor Asociado en la Escuela de Arquitectura de la Pontificia Universidad Católica. También es docente en las Facultades de Arquitectura de la Universidad Diego Portales y Universidad de Chile. Actualmente es parte de la Red Mujeres por la Ciudad y de Espacio Público.

PASADO:

¿Quiénes fueron tus referentes durante la universidad y tus primeros años?

Mi principal referente ha sido siempre mi madre, Myriam Beach, arquitecto paisajista y socia fundadora de nuestra oficina familiar. Primero, en la posibilidad de figurarme como profesional y de asumir desafíos intelectuales; luego, en lo más específico, fue la que me enseñó la dimensión social de la arquitectura en proyectos de paisaje y espacio público. En mi faceta de investigación, fue un proyecto de ella lo que se transformó en mi primer caso de estudio y luego derivó en mi interés por la historia de los lugares. Su influencia ha sido una especie de tesoro personal.

¿Tuviste algún docente que marcó tu trayectoria desde la universidad hasta ahora?

Cuatro docentes en las distintas etapas de mi vida: Justo Pastor Mellado, en la escuela de Arte, me despertó el espíritu crítico; Alejandro Aravena, en la Escuela de Arquitectura, me transmitió una definición de la obra - la relación mítica entre forma de vida y forma construida- a la que adscribo hasta hoy; Gonzalo Cáceres, en el Magister, me despertó el interés por interpretar el pasado de los lugares y Fernando Pérez, mi tutor en el Doctorado, me enseño a estructurar rigurosamente una forma de pensar.

En mi faceta de investigación, fue un proyecto de ella (Myriam Beach) lo que se transformó en mi primer caso de estudio y luego derivó en mi interés por la historia de los lugares. Su influencia ha sido una especie de tesoro personal.

PRESENTE:

¿Cómo defines tu quehacer arquitectónico?

Fundamentalmente dedicada a la docencia, la que se alimenta de mi experiencia profesional y mi formación académica. Pero, además, creo que soy arquitecta en cada momento, desde la consultoría formal a la más trivial interacción social.

¿Cómo crees que ha cambiado la presencia de la mujer en la arquitectura?

Creo que somos cada vez más arquitectas y estamos en lugares diversos, sin embargo, aún no hay paridad en los puestos de poder, en las jerarquías académicas, en la conducción de oficinas y proyectos. Si miramos la capa superior, seguimos invisibles.

¿Quiénes serían tus referentes mujeres hoy?

No suelo distinguir género en mis referentes, porque provengo de una cultura y formación que quizás no lo propiciaba. Sin embargo, creo que siempre vi a nuestra Presidenta, Michelle Bachelet, en su condición de mujer. Quizás porque su perfil es tremendamente afectivo y humano, siempre me impactó cómo se destacaba su forma femenina de ver el mundo, de aceptar ciertas cosas y de cambiar otras. Además de la dificultad de su cargo y la templanza que demostró a lo largo de su carrera política hasta llegar a la presidencia, creo que es admirable su capacidad de haberlo hecho siempre desde su inconfundible rol de mujer.

Creo que somos cada vez más arquitectas y estamos en lugares diversos, sin embargo, aún no hay paridad en los puestos de poder, en las jerarquías académicas, en la conducción de oficinas y proyectos. Si miramos la capa superior, seguimos invisibles.

FUTURO:

¿Cuáles son tus próximos desafíos?

Abrirle espacio en mi vida a la investigación como una actividad remunerada. Es difícil cuando la docencia consume todo el tiempo y las energías, sobre todo en un sistema y cultura que no está dando prioridad a la producción de conocimiento nuevo. Tengo muchos proyectos editoriales y de publicaciones que no quiero que sigan como un hobby part-time. Necesito encontrar o fabricarles un espacio.

¿Cómo crees que impacte la integración femenina en la disciplina?

Muy positivamente. Así como Cortázar hablaba del lector-macho y el lector-hembra, la arquitectura conducida por la genialidad masculina presupone usuarios-hembras, es decir, receptivos y pasivos (con todo lo inadecuada que puede resultar esa definición). Las mujeres haciendo arquitectura, especialmente obras y proyectos, permiten que la disciplina se abra a la colaboración y a la complejidad, en donde el habitante tome un mayor protagonismo. Es una revolución cultural del objeto arquitectónico y sus posibilidades.

Las mujeres haciendo arquitectura, especialmente obras y proyectos, permiten que la disciplina se abra a la colaboración y a la complejidad, en donde el habitante tome un mayor protagonismo. Es una revolución cultural del objeto arquitectónico y sus posibilidades.

¿Qué define a un arquitecto(a)?

La capacidad de comprender todos los fenómenos desde el espacio habitable. El resto, son variaciones dentro de un mismo quehacer.